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Zaatos bajos

 
Post #1


Zaatos bajosLo que voy a relatar lo publiqué antes en otro sitio, pero es real y sucedió hace unos tres años. Era una tarde normal. Regresaba del trabajo pero antes de ir a casa quise ir a comprar algunos libros usados ya que me gusta mucho leer. Generalmente los compro cerca del metro Hidalgo porque hay muchos locales que venden libros a un precio mas o menos decente y con una variedad aceptable. Eran como las cuatro de la tarde y ya había recorrido 3 locales. No encontré nada de mi agrado así que caminé por puente de Alvarado para llegar al metro. Era una zona donde regularmente había prostitutas. Esas mujeres no llaman mi atención ya que se maquillan mucho o visten demasiado llamativas o con vestidos que apenas les tapan el rabo. Y qué decir de los megatacones que usan? se ven vulgares a más no poder y eso nunca se me ha antojado. Iba caminando ignorando a las putas que hacían ruidos para que las volteara a ver cuando a la distancia (como a media cuadra, vi a una mujer morena, un poco gordita que llamó mi atención. Lo que me hizo mirarla fue su manera de vestir: pants con zapatos. Pero lejos de verse mal, los zapatos le daban cierto atractivo (al menos para mi): eran unos zapatos muy sencillos, de plástico, bajos. Soy un poco fetichista y ese tipo de calzado me atrae mucho, no se por qué. La chica dio vuelta en la esquina y la perdí de vista. No le tomé importancia. Al llegar a la esquina en cuestión me detuve para asegurarme de que no pasaran carros y poder cruzar la calle, cuando de pronto escuché el clásico ?shht shht? e inevitablemente voltee de reojo. ¡Era la morenita que me hablaba! Ya más de cerca pude fijarme en sus facciones un poco autóctonas y su ropa algo sucia y rota. Por su aspecto lo primero que me pasó por la mente era que me preguntaría alguna dirección o a lo mucho que me pediría dinero para su pasaje. Fue grande mi sorpresa cuando escuché sus palabras:-Hola, ¿Quieres ir a coger al hotel conmigo? te cobro barato, no he comido todavía.Era una prostituta, pero una muy desaliñada, como ya lo he dicho. Su proposición me agarró de sorpresa, pero mi pene reaccionó casi al instante, luchando por salir de mi pantalón.-¿Cuánto? Le respondí casi sin pensar. La calentura estaba a tope.-Doscientos y tu pagas el hotel para quedarse, porque no tengo donde quedarme.-Órale. Caminamos media cuadra hacia adentro y entramos. Pagué el cuarto y entramos. Ella caminaba delante de mi y no dejaba de ver sus zapatos. Se veia que le quedaban algo grandes porque a cada escalón se le salía el pie y eso me excitaba más. Al ver esos pies me propuse pedirle en el cuarto que me masturbara con ellos, o venirme en ellos, no sé, algo que me hiciera disfrutar de esos pies morenos y que se veían curtidos. Me imaginaba ya antes de entrar cómo se sentiría esa piel callosa acariciando mi palo. De sólo pensarlo se me paraba más.Una vez que entramos dejamos apagada la luz. A pesar de ello la iluminación era buena y podía verla perfectamente. Fue en ese momento que otra cosa llamó mi atención. No podía creer lo que veía, y menos que no lo hubiera notado antes. De seguro me hubiera venido de haber sido así. ¡Estaba embarazada! Quise disimular mi emoción para que no quisiera cobrarme más como hacen algunas cuando se dan cuenta de que le han gustado al cliente.-¿Cuántos meses llevas?-Cinco- me dijo con naturalidad.-¿Y ya tienes leche?-Sí, mira. Desde hace dos años que tuve al primero y no me dejó de salir- me dijo al tiempo que se sacaba una teta de la camiseta y se la ordeñaba. Del pezón salía ese maravilloso líquido blanquecino.Nos empezamos a desvestir. Ahora tenía frente a mi una vista preciosa que me excitaba como nunca. Una mujer embarazada, desaliñada como me gustan y con zapatos bajos.-Déjate los zapatos. Me gustan. Obedeció y de quedó desnuda totalmente excepto por los zapatos.Me senté en la orilla de la cama y la atraje hacia mí, abrazándola. le chupé las tetas y le saqué leche que bebí lentamente. Sabía deliciosa.Ella se dejaba hacer y yo estaba encantado con el hallazgo de ese día. Estuve unos minutos más chupándole las tetas, sin prisa, porque de todos modos ella se iba a quedar ahí. Le agarraba las nalgas y se las apretaba, luego se las separé para meter mi mano más y tocar su ano y su vagina. Estaba bastante mojada y olía mucho a sexo. Era un olor fuerte pero muy agradable. Cuando estuve satisfecho de mamar sus tetas y de beber su leche, me acosté y le pedí que me la mamara. Ella quiso quitarse los zapatos para estar más cómoda y yo acepté. Se acomodó y me la comenzó a chupar. Lo hacía lento y suave, ella sabía que ninguno tenía prisa así que lo hacía con calma. Chupaba mi pito muy rico; me acariciaba los huevos y de vez en cuando me los lamía. De pronto se me antojó probar su vagina y le pedí un sesentaynueve. Se acomodó encima de mi y siguió mamando mientra que yo metía mi lengu entre su mata de pelos, que estaba mojada. Sin perder tiempo busqué su clítoris y no fue dificil encontrarlo. Le di de lenguetadas alternando con metidas de mi lengua en su cuca y lamidas en sus labios. La chupaba con desesperación y besaba su panocha como si estuviera besando una boca. Ella sólo dejaba escapar leves suspiros de vez en cuando. En una de esas que metí mi lengua pude sentir cómo se contraian las paredes de su vagina: se había venido. Después de otra venida ella se separó de mi y se acostó boca arriba, levantó ambas piernas y las separó lo más que pudo.-Ya dame verga ¿Qué esperas?- me increpó mientras que con una mano abría sus labios y me dejaba ver lo rosado de su concha. Me acomodé enfrente de ella y le metí mi verga de un golpe. Entró facil y no pareció haberle m*****ado la rudeza con que la penetré. Mas bien creo que hhubiera querido que fuera más rudo, porque apenas tener mi verga dentro, sus manos me agarraron de la cintura y me jaló con todas sus fuerzas hacia ella como para que le metiera lo más hondo mi miembro.-Tranquila, mamita, casi quieres que te meta los huevos.-Pues métemelos también, cabrón, no se que esperas. Ándale, cógeme duro.Empecé a bombear con fuerza pero cuidando de no ser demasiado rudo por su panza. Ella pareció adivinar mi pensamiento.-No le pasa nada, acomplétale los pies con tu leche, ándale. Échame tus mecos en mi panocha-decía jadeando mientras llevaba el ritmo y la intensidad de las penetraciones con sus manos. Era ruda. Estuve un buen rato cogiendola así. Luego la puse de a perro porque me lo pidió y le estuve dando. Despues me pidió que se la metiera por el culo, y lo iba a hacer pero vi sus pies y me acordé de mi calentura inicial.-Primero hazme una chaqueta con tus pies-le dije.-No mames-me miró extrañada. ¿De veras quieres que te la chaquetee con las patas?-Sí, mamita, con tus patitas, anda.Tome sus pies a manera de que sus plantas aprisionaran mi pene y comencé el vaivén. Primero se extrañó pero depués como que le agarró el gusto porque comenzó ella a dirigir los movimientos y la fuerza con la que me lo apretaba.-Nomas no te vayas a venir, cabrón. Me los echas adentro. O en las chichis.-¿No querías que te diera por el culo?-Ya no, no te lo voy a ofrecer dos veces, te lo perdiste.-Bueno pero entonces deja termino en tu panocha.Me acomodé de cuchara con ella y comencé a bombearla lo más rápido y duro que podía mientras le agarraba las tetas y se las ordeñaba. Le escurrían gotitas de leche que caian mojando mis manos y su cuerpo.-¡Me vengo!-¡Échamelos!Me vine en un explosivo orgasmo. Mi pene se contraía notoriamente mientras expulsaba los chorros de semen.-No te vayas a salir. Me gusta la leche calientita en mi panocha aunque no me puedas hacer un chamaco.Fue un orgasmo delicioso. Luego de terminar esa cogida nos repusimos un poco y seguimos cogiendo un rato más. Cuando eran las siete decidí que debía irme, muy a mi pesar, porque la verdad me la quería seguir cogiendo pero debía ir al trabajo de mi esposa a recogerla y se enojaría si no iba, además de que no sabría qué pretexto poner. Cuando había salido e iba bajando las escaleras ella me gritó.-¡Hey! ¿Quieres una?-Al voltear vi que sin recato alguno había salido del cuarto desnuda del torso y se agarraba las tetas ordeñándoselas. Todavía le salía leche a una. Me rei y seguí caminando, acelerando el paso porque si no lo hacía seguro me quedaba a seguir cogiendo hasta deslecharme.Espero les haya gustado.
04-15-2021, at 01:24 PM
Alýntý
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