Mi esposa y su ex pareja

Mi esposa y su ex parejaA diferencia de muchos que escriben en la web sobre sus fantasìas de ver a sus esposas con otro hombre, yo no habìa elegido semejante situaciòn en un comienzo, ya que èsta se fuè dando naturalmente sin proponérnoslo. De hecho, antes de conocerla a ella, yo era tan estructurado y convencional, que si alguien me hubiese dicho sobre la situación que iba a vivir a futuro, no le hubiera creído.Todo comenzò hace varios años, cuando mi esposa Susana y yo tenìamos 23 años de edad. Mi esposa es una increiblemente atractiva mujer de origen europeo de casi 1,80 m de estatura, de largo cabello castaño claro y enrulado, bonitas facciones y fìsico que combina la delicada estètica femenina con la fortaleza fìsica de una gimnasta. Yo tabajaba en el mismo edificio que ella, aunque en distinta área, cuando la conocì hace ya unos 17 años.En ese momento ella estaba noviando con un joven unos 8 años mayor que nosotros, hijo de inmigrantes caboverdeanos. Su ahora ex novio, es un tanto chaparro, de pelo mota muy corto, casi rapado, piel y rasgos netamente africanos, usa anteojos la mayor parte del tiempo, es delgado, con el abdomen bien marcado pero a primera vista no resultaba tan atractivo fìsicamente, al lado de semejante mujer escultural. De hecho nadie entendìa què le habìa visto mi esposa a èl.Al parecer la relaciòn no iba bien y al poco tiempo se separaron, luego de más de 3 años de estar en pareja.La ruptura definitiva se dio luego de varias separaciones pasajeras. Para ese entonces Susie y yo ya éramos muy amigos y confidentes y ella me contaba cómo iba su situación sentimental. Teníamos mucha confianza y hablábamos de cualquier tema incluso de sexo.Finalmente Susie comprendió que su situación no iba a cambiar y rompió su relación con Axel.Entonces ella y yo comenzamos a salir sin demasiados compromisos al comienzo, hasta que la relaciòn con el correr de los tiempos se fuè afianzando.En cierta ocasiòn, apenas saliendo y picado por la curiosidad, le preguntè sobre sus relaciones sexuales, y ella me contò varias anègdotas de su ex novio, que me dejaron màs que sorprendido. Descubrí para mi sorpresa, que Susana habìa tenido una vida sexual muy activa.Ella y Axel, si bien habìan fallado en la convivencia, se entendìan muy bien a nivel sexual, especialmente porque se amaban y esto solo hacìa que los encuentros sexuales que mantenìan diariamente, se potenciaran aùn màs.Entendí que él tenìa una gran habilidad para hacerla excitar, dedicandole buen rato a masagear suavemente su clìtoris con sus manos al mismo tiempo que estimulaba sus pezones con la lengua. Esto enloquecìa tremendamente a mi mujer, mojàndola de inmediato.Un día, a modo de broma, le pregunté si siendo ella tan esbelta, alta y fornida frente a su ex que lucía físicamente bastante menos voluminoso y más bajo, lo había sometido sexualmente por la fuerza en alguna ocasión, aunque fuera solo a modo de juego. Ella sonrió y me respondió "tanto como obligarlo por la fuerza no, pero algo similar me ocurrió una vez" Segùn ella, durante sus primeras vacaciones, en la costa atlàntica, en cierta ocasiòn en que se estaban dando un baño juntos, Axel comenzò a excitarla recorriendo sus zonas erògenas con el jabòn, para luego de enjuagarla, lamerle los senos como solìa hacer.A los pocos minutos estaban follando bajo la ducha, pero lamentablemente Axel no pudo resistir la gran excitaciòn que tenìa, y eyaculò ràpidamente.Salieron de la ducha, y mi esposa estaba màs excitada que nunca, ya que ella aùn no habìa logrado el orgasmo. Axel se habìa puesto ya su ropa pero mi mujer, aùn desnuda, le explicò que necesitaba tener un orgasmo. Él trató de convencerla de ir por algo de comer y tener sexo nuevamente más tarde, lo cual hizo que Susie se m*****ara aún más en lo que ella definió como una mezcla de tremenda excitación sexual y furia al mismo tiempo. Discutieron enérgicamente hasta que ella se arrodillò fente a èl y luego de extraerle su picha del pantalón, comenzó a darle una tremenda mamada.Pese a que Axel estaba en su perìodo refractario post orgàsmico, ràpidamente logrò tener su pene completamente erecto y, segùn mi esposa, duro como una roca, al punto de que era èl ahora, quien le suplicaba que lo dejara ponèrsela. ::Hicieron el amor de parados, al estilo doggy, que era la misma postura que habían usado un par de minutos antes en la ducha. Mi esposa apoyada de cara a la puerta del placard, y su ex penetràndola vaginalmente por detràs. Pese a que la cama estaba a dos metros de allì, la ansiedad de ambos por follar, hizo que no llegaran hasta ella. Axel apenas tuvo tiempo de bajarse los pantalones a los tobillos, y una vez ya acoplados, antes de comenzar con las sacudidas, mi esposa le rogò que "se la follase con todas sus fuerzas y que si sentía que iba a eyacular lo hiciera adentro" (ya que esto le daría a ella unos segundos extras para correrse)Axel asì lo hizo y en tan solo un minuto, logrò darle a mi esposa uno de los mejores y màs potentes orgasmos de toda su vida.Le preguntè si habìa gritado al acabar y me dijo que sì, debido a que tenìa una excitaciòn terrible, y que pocos segundos luego, con ella aùn jadeando de placer, su ex se corriò por segunda vez.Tambièn me contò sobre otras dos ocasiones, en que la exitaciòn mutua, los llevò a tener sexo en lugares pùblicos o bajo el riesgo de ser vistos.Una de ellas fue en el patio de su casa de soltera, mientras su familia estaba de compras (aunque no sus vecinos). Allì follaron en una silla de jardìn. La otra ocasiòn fuè manejando por una carretera desierta, durante las vacaciones de su segundo año juntos, en la que se encontraban viajando en auto hacia el noroeste del paìs. Axel estaba bastante excitado, debido a que los preparativos del viaje no les dejò tiempo para hacer el amor. Cuando tomaron una carretera menos concurrida, Susana le practicò sexo oral, mientras èl seguìa conduciendo el automòvil, hasta hacerlo acabar. De acuerdo con su relato, esa fuè la primera ocasiòn en la que Susie tragò su corrida. Esto le produjo a Axel un inmenso alivio, aunque mi esposa habìa quedado excitada.Por ello, en cuanto comprobaron que en la ruta no pasaban vehìculos, (hay ciertas zonas de Argentina, especialmente en el centro y norte del país, que son verdaderos desiertos donde se ve solo un automóvil cada media hora viajando por allí) aparcaron el auto al costado del camino y mi esposa se recostò en el asiento de atràs. Allì lo hicieron al estilo misionero y luego de haber logrado el orgasmo siguieron viajando.Cuando ella terminò sus relatos, sentì una tremenda envidia debido a que me hubiera gustado estar en el lugar de Axel, pero extrañamente al mismo tiempo sentìa una gran admiraciòn por la tremenda potencia sexual del caboverdeano. Admiraciòn que se transformò en una terrible excitaciòn morbosa y deseos de ver a Susana follando con su ex delante mìo.Durante años yo habìa escuchado hablar maravillas acerca de los afroamericanos, pero pensaba que se trataba solo de un mito sexual, potenciado por las pelìculas xxx que en varias ocasiones, dan una imagen exagerada o distorsionada de la realidad. Sin embargo, todas estas anègdotas, y muchas otras que Susie me fuè contando, solo lograron que yo confirmara mis sospechas acerca del tremendo potencial viril que poseen la gran mayorìa de los afroamericanos y Axel no era una excepciòn.Èl jamàs tuvo problema alguno para excitarse y mantener la erecciòn pese a las diferentes situaciones en que se encontraban, que generarìan a la gran mayorìa de los hombres, algùn que otro grado de estrès o ansiedad.Antes de que Susie y Axel rompieran definitivamente su relaciòn, pasaron por una serie de rupturas y reconciliaciones, que no impidieron su alejamiento definitivo en esa època.Una de las ùltimas veces en que habìan decidido tomarse un tiempo, Susana y yo comenzamos a salir de copas y a coquetear; nada màs que eso.Ella me contò que las cosas con su pareja no estaban nada bien y que hacìa unos 5 meses que se negaba a tener sexo con èl. Cada lunes, cuando nos encontràbamos en el trabajo, a sabiendas de que habìan pasado el fin de semana juntos, yo le preguntaba si habìan tenido sexo. Durante varias semanas ella me decìa que no lo dejò ni siquiera que la acariciara.Pero yo sospechaba que esa situaciòn no iba a durar. Notaba a Susie tremendamente excitada y su novio estaba como loco. Un lunes ella me dijo que habìan ido a un parque a tomar sol y que Axel, al verla en bañador, se habìa puesto tan cachondo que deseaba tener sexo allì mismo. Varias veces tratò acostarse sobre ella, para tener sexo, mientras Susie tomaba sol en su reposera. A pesar de que no habìa demasiadas personas cerca, y podrìan haberlo hecho allì mismo, Susie lo rechazò y regresò a su casa.Pero para fin de semana siguiente, su voluntad se viò quebrada. Susana estaba mirando televisiòn recostada sobre la cama, cuando Axel se recostò a su lado. Èl acariciò sus senos por debajo de su playera y eso fuè todo lo que Susana pudo resistir. Le pidiò que se los besara y chupara, que es lo que mi esposa siempre pide cuando desea hacer el amor. Unos instantes màs tarde, se trenzaron en una apasionada còpula en postura de misionero con las piernas de ella cruzadas alrededor del cuerpo de su novio. El orgasmo no se hizo esperar y luego lo hicieron dos veces màs.Susie me contò, al siguiente lunes, todo lo ocurrido, comentàndome que le habìa encantado hacerlo con èl y que era nacesario que ello pasara para ver què sentìa.Por unas semanas Susie estuvo un tanto confundida, pero comprendiò que el sexo no iba a cambiar una relaciòn que no funcionaba en otras àreas, y de esta forma puso fin a su noviazgo. Dìas despuès, nosotros comenzamos a salir.Pero sin proponèrnoslo, Susie habìa desatado en mì un potente fetiche por el sexo interracial. Varias veces a lo largo de mi matrimonio, le manifestè a mi esposa còmo me hubiera gustado verla follar con su ex delante mìo.Las primeras veces que Susana y yo tuvimos sexo, el recuerdo de su ex novio apareciò nuevamente por ambas partes.Tuve ciertas dificultades en hacer que Susie se corriera, durante las primeras veces que lo hicimos. Si bien yo la hacìa llegar al orgasmo, èste se producìa tardìamente o con mucho esfuerzo de mi parte.Susana me dijo que no entendìa por què conmigo le costaba tanto venirse, ya que su ex novio lograba hacerla acabar enseguida.Otro hombre cualquiera hubiera encontrado ofensiva una comparaciòn asì, pero a mì me produjo un efecto contrario. Le pedì a Susie que me dijera què era lo que Axel le hacìa y ella me lo contò.Axel se dedicaba a lamer, besar y mordisquear sus senos durante buen rato, a veces hasta media hora. Luego, cuando Susie ya estaba mojada, masajeaba su clìtoris manualmente hasta que ella le suplicaba que se la pusiera. Rara vez Axel necesitaba algùn tipo de estìmulo para estar erecto. La gran mayorìa de las veces en que Susie se la mamaba, era porque ya habìan tenido relaciones sexuales previamente y Axel estaba relajado, por lo cual hacièndole sexo oral Susie notaba que pese a su perìodo refractario, Axel ràpidamente lograba una nueva erecciòn. Otras veces, estando el miembro de Axel ya erecto, ella se lo mamaba de todas maneras, simplemente porque le gustaba hacerlo.Aunque lo hacìan en diferentes posturas, a Susie le resultaba muy còmodo que Axel la follara al estilo misionero, ya que Axel es bastante delgado y hasta algo màs bajo de estatura que Susie, y cuando lo hacìan en postura del misionero, debido a su diferencia de altura, èl tenìa mejor acceso a sus senos, los cuales seguìa lamiendo aùn durante la còpula. Susana habitualmente cruzaba sus piernas alrededor de la cintura de Axel logrando una postura mucho màs profunda. Trenzados de esa manera, ella lograba correrse en cuestiòn de un par de minutos. Axel con el tiempo, habìa aprendido a esperar a que Susie se corriera primero para acabar luego èl o tratar de hacerlo juntos.Luego de esto, volvimos a acoplarnos y en el momento en que Susana y yo lo estàbamos haciendo, le manifestè que para mì era un enorme placer y un honor, poner mi miembro en el mismo lugar en el que Axel habìa puesto esa hermosa polla negra, que la habìa vuelto loca de placer durante tanto tiempo. Le manifestè a mi esposa, en cientos de miles de ocasiones, a lo largo de nuestro matrimonio, que me hubiera encantado verla teniendo sexo con su ex novio delante mìo.Susana se reìa y me respondìa a modo de broma. Una noche me dijo que pese a que Axel era muy viril, ella no sabìa si se hubiera logrado excitar con otro hombre miràndolos, mientras intentaban hacerlo. Yo le dije que hasta era capàz de ayudarla a darle sexo oral a su ex con tal de que lo hicieran delante mìo. Susana se riò, sabìa que era mi excitaciòn hablando por mì, porque jamàs me gustaron los hombres.Pasaron unos años sin que hablàramos del tema, es màs, Susie se negaba a tocarlo. Un dìa revisando algunas viejas carpetas y àlbunes suyos archivados en cajas, encontrè varias fotos de ella y su ex durante las vacaciones. En alguna de ellas aparecìan tanto mi esposa como su novio, semidesnudos, recostados en la cama de un hotel, o en poses que denotaban la proximidad del coito. Estas fotos me gustaron tanto que comencè a insistirle a Susana nuevamente, sobre el tema de un encuentro con su ex novio, hasta que un dìa, en que estaba de buen humor, me dijo ?-Si quieres lo llamamos?.Habìan pasado casi diez años hasta que finalmente tuvimos la oportunidad de contactarlo. Axel tenía en esa ocasión 47 años.